La propuesta de las oficinas Amunátegui Valdés Arquitectos + Plan Común obtuvo una de las tres menciones honrosas del concurso privado organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile y la compañía CMPC para el nuevo edificio FADEU-CMPC en Santiago. Las oficinas buscan "desahogar el cuadrante situado al norponiente del campus, incorporando luz, vistas y exposición pública a una zona que de otro modo se hallaría inusitadamente congestionada en el contexto general de Lo Contador".
Descripción de los arquitectos: Acogiendo todo lo sugerido por el encargo, el proyecto se ha concebido en diálogo estrecho con las condiciones espaciales, materiales, y medioambientales del campus. Nuestra propuesta pone énfasis en establecer relaciones concretas con estructuras arquitectónicas pre-existentes, particularmente con la Casona Lo Contador, el Patio de Madera, y los edificios de Talleres de Arquitectura y Diseño.
Esto se logrará mediante la continuidad de elementos arquitectónicos, elevaciones, alturas, materiales, y la configuración de patios bien nutridos por las actividades de los edificios que los delimitan. Del mismo modo, consideramos mantener la valiosa vegetación existente en el borde paralelo a la calle Los Navegantes, o en su defecto, reemplazar las contadas especies que nuestro proyecto requiera extraer. Por otra parte, la propuesta organiza el sistema de niveles subterráneos presente en el campus, así como también orienta la producción interna de la facultad a ambos, su espacio de encuentro por excelencia – el Patio de Madera – y la calle.
De 30 mts de largo, 20 mts de ancho y 11 mts de alto, el nuevo edificio FADEU ocupa el cuadrante libre entre los edificios de Diseño y Talleres de la Escuela de Arquitectura. El edificio guarda suficiente distancia respecto de las edificios vecinos como para mantener generosas circulaciones entre ellos – una de las características notables del Campus, compuesto mayoritariamente de edificaciones aisladas –, en tanto que respeta las vistas desde la Casona hacia el Cerro San Cristóbal. Definido por una estructura de losas y pilares de hormigón armado, el edificio cuenta con dos pisos en subterráneo y cuatro sobre el nivel del suelo, los cuales detallamos a continuación.
1. En los subsuelos, la intervención integra el sistema de subterráneos de los edificios de Diseño y Talleres por medio de tres operaciones. En primer lugar se establece un circuito de estacionamientos común para los dos edificios orientados a la calle Los Navegantes. Segundo, los nuevos talleres requeridos por el concurso se ubican en el nivel -1, frente a los existentes en el edificio de Arquitectura, dotando al patio inglés de una nueva elevación por el norte.
Por último, se aumenta la superficie de dicho patio con el objeto de introducir luz natural, y ofrecer un lugar de trabajo al aire libre, acorde a la intensificación de actividades derivadas del programa propuesto. Este patio en subsuelo actuará como una especie de “planta profunda” respecto del nivel de zócalo, estableciendo con este último tanto relaciones visuales como de circulación.
2. Una vez en superficie, el primer nivel del edificio es definido como un atrio universitario que articula las relaciones entre el Patio de Madera, de Los Navegantes y la calle, con una altura de 3.5 mts, un área útil de 600 mts², y el casino de la escuela como único programa. Así este lugar se transforma en el principal espacio cubierto del campus – un espacio que reúne la vida social de la facultad y la hace visible tanto hacia la ciudad como al interior de Lo Contador.
3. Los pisos 2 y 3 llevan al perímetro del edificio el resto de programas requeridos por el encargo, ofreciendo buenas condiciones de iluminación, ventilación y control climático para la totalidad de sus recintos. Esto mediante un sistema que promueve la ventilación cruzada, con aleros, toldos en sus fachadas norte y poniente, y lucarnas que introducen luz y aire fresco en el interior.
Todo esto es reforzado por la decisión de dejar la escalera y ascensor en el exterior, organizando terrazas que no solo reducen las áreas climatizadas, sino que también promueven el encuentro informal entre estudiantes y profesores fuera de las aulas. Mientras el segundo nivel reúne oficinas de profesores, salas de clase, seminarios y laboratorios para el Departamento de Estudios Urbanos, en el tercer nivel se distribuyen, entre otras, las oficinas de la Dirección.
4. El sistema de plantas libres se completa con un techo terraza que funciona como una extensión en altura de las oficinas, salas de clase, salas de reunión, y talleres dispuestos en los niveles inferiores. El cuarto nivel se organiza entorno a una sala de estar para los estudiantes, que incluye un recinto para la Radio Lo Contador, programa que asegura el uso constante del último nivel. En este espacio se podrán producir encuentros formales e informales, workshops, charlas y presentaciones en medio de vistas, ventilación y asoleamiento privilegiados. El piso es enmarcado por una cornisa liviana que corona el edificio, a la vez que establece una mediación sutil entre las alturas de los edificios de Diseño y Talleres.
En cuanto al uso de la madera, éste se concentrará con fuerza en los interiores del edificio y constituirá un proyecto arquitectónico en si mismo, cubriendo desde la marquetería y paneles que organizarán los distintos recintos hasta a la producción de mobiliario y el revestimientos de muros, pisos y cielos. El material dotará al proyecto con ambientes cálidos que se exponen hacia las 4 orientaciones y contrastan con la condición material de las fachadas de los edificios aledaños, opacos y volcados hacia el interior.
La concentración del programa en un edificio que no solo alberga parte importante de la producción intelectual de la escuela, sino que la sitúa en el centro mismo de esta, permitirá sumar una nueva pieza al sistema de patios de Lo Contador, liberando la frondosa esquina norponiente del campus para uso de la comunidad universitaria, y potencialmente para el barrio Pedro de Valdivia Norte. De modo similar al carácter con que se ha ido delimitando el Patio de Madera en el tiempo, el patio en subsuelo concentrará la actividad de los talleres y cobrará una identidad propia dentro del campus, convirtiéndose en el foco de atención de la plaza-zócalo que lo secunda por el norte.
Asimismo, el zócalo, la serie de lucarnas en su borde – verdaderas vitrinas que harán público el trabajo de los talleres hacia la calle – y la nueva capilla – que entendemos como un pabellón potencialmente capaz de acoger usos adicionales –, tienen como objeto terminar de construir el perímetro norponiente del campus, uniéndose a la continuidad propuesta por el muro de la Casona Lo Contador por medio de un nivel de zócalo común. El nuevo acceso norte del campus se dará justamente a través de este patio, que estará a disponibilidad de la comunidad de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos para exposiciones, encuentros y celebraciones a lo largo del año.
Arquitectos
Ubicación
El Comendador 1916, Providencia, Providencia, Región Metropolitana, ChileJefe de Equipo
Cristóbal AmunáteguiAmunátegui Valdés Arquitectos
Alejandro Valdés, Mathilde Baietto, Benjamín Gallegos Gabilondo, Alejandra Pola, Ivana IvinPlan Común
Felipe de Ferrari, Diego Grass, Thomas Batzenschlager, Oliver BurchPremio
Mención HonrosaAño Proyecto
2015Fotografías
Cortesía de Amunátegui Valdés Arquitectos + Plan Común
